En qué creer.

No creo en Dios, creo en las musas. No tengo religión y, por tanto, no tengo mandamientos que obedecer pero sí tengo en qué creer. No son verdades absolutas ni son mentiras, sólo es parte de aquello en lo que, HOY, creo.

Creo que dos más dos no son cuatro. Son cuatro, tu punto de vista y mi punto de vista.

Creo que si coges el camino más corto, no llegarás muy lejos. No lo digo yo, lo dice El Principito. Y creo en ello firmemente porque si es así, te perderás mil y un detalles, jugarás con desventaja. Allá tú. ¿Qué sería de Caperucita? Piénsalo.

Creo que los cinco minutos más valiosos del día nunca los marca un reloj.

 Creo que todos los días hay un detalle que contiene como mínimo un gramo de felicidad. No soporto que hablemos de “verdadera felicidad”. Cómo si supiésemos lo que es lo verdadero. Creo que prefiero hablar de auténtico.

 Creo que es mejor una canción mala que te conmueve que una buena que no te dice nada. Creo que es mucho mejor aprender a apreciar esa canción buena porque cuando te conmueve comprendes porqué la otra es mala.

Creo que una segunda oportunidad puede ser un acierto o un error. Creo que una segunda oportunidad a ti mismo es un acierto seguro.

Creo que el blanco y el negro no combinan con todo, por mucho que se empeñen. Creo  que quien logra ver grises va un paso por delante.

Y que la Tierra no es redonda. Nos dicen que es redonda y decidimos creerlo.

 Creo que perderse, en un libro, en una película y hasta en una ciudad, te dará una solución a un problema que no tenías. Por eso creo que perderse es la mejor solución.

 Creo que la curiosidad abre más puertas que las llaves. Odio las malditas llaves.

Creo que la empatía es una de las cualidades más valiosas de una persona y que siempre hay alguien que te rompe los esquemas. Y es que creo que toda regla tiene su excepción.

Creo que siempre hay prioridades y que siempre decidimos nosotros cuáles son.

Y que  dejarse algo en el tintero genera interés y hacerse el interesante crea espectadores que no querían ir al teatro.

Creo que todo lo que un día me pareció muy bonito, hoy no me lo parece tanto. Que todo en lo que creo hoy, puede que no sea lo mismo que en lo que crea mañana y, estoy segura, de que no es lo mismo que aquello en lo que creí ayer.

 

 (Imágenes vía Pinterest)